Se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos
En oportunidad de su celebración la Dirección de Bromatología recuerda los conceptos básicos que hacen responsable a un manipulador de alimentos.
Desde la Dirección de Bromatología se recordó que el 15 de octubre se celebra el día mundial del lavado de manos, como acto fundamental de la buena salud. Cabe destacar que desde el área se hace particular hincapié en la capacitación de los manipuladores de sustancias alimenticias, para lo cual brinda cursos a diferentes instituciones y organizaciones, como así también a particulares que se desempeñan en este proceso. Si aceptamos que la causa principal de la contaminación de alimentos es la falta de higiene en la manipulación, las personas encargadas de esta labor, juegan un papel importante con sus actitudes para corregir esta situación. Su actitud responsable al manipular alimentos, es definitiva para evitar enfermedades y por tanto para la salud de nuestra comunidad. Esto hace que el manipulador, practique reglas básicas que tienen que ver con su estado de salud, su higiene personal, su vestimenta y sus hábitos durante la manipulación de los alimentos. La correcta presentación y los hábitos higiénicos además de ayudar a prevenir las enfermedades, dan una sensación de seguridad al consumidor y en el caso de negocios de comida, significan un atractivo para el cliente. Recomendaciones Un correcto LAVADO DE MANOS debe incluir estas etapas: Remangar el uniforme hasta el codo. Enjuagar las manos y el antebrazo hasta el codo. Frotar las manos con el jabón hasta que se forme espuma y extenderla de las manos hacia los codos. Cepillar cuidadosamente manos y uñas. El cepillo deberá permanecer en una solución desinfectante (cloro o yodo por ejemplo) · mientras no se use. Se renovará al menos dos veces por turno. A falta de cepillo, el lavado con agua y jabón se hará al menos por 20 segundos, restregando fuerte manos y uñas. Enjuagar bien al chorro de agua desde las manos hacia los codos. Lo ideal es poder secar las manos con toalla de papel. Los secadores de aire demoran en secar las manos, requieren más de un ciclo para lograrlo y casi siempre el manipulador termina de secarlas con la ropa. En los casos en que no se dispone de toallas de papel, se debe contar con una toalla que permanezca siempre limpia y sea renovada cuando esté muy mojada o su estado de limpieza no sea óptimo. Desinfectar las manos en una solución apropiada de ser necesario. Puede también utilizarse alcohol al 70 % con este propósito (mezclar 7 partes de alcohol con tres partes de Agua). El manipulador tiene la mejor oportunidad de demostrar su responsabilidad y profesionalismo, atendiendo todas las normas sobre el lavado de manos y además haciendo un uso adecuado de los lavamanos y accesorios para este efecto.